Yo tenía 26 años y vivía en Londres. Hacía 6 meses que me había mudado a esa ciudad. A los 2 meses de llegar encontré trabajo en AP en un puesto y un equipo genial, pero antes pasé por tropecientas entrevistas. Esto era sobre lo que hablaba en mi primera cita oficial con Daniele.
La primera vez que conocí a Daniele fue en la barbacoa de despedida de mi amiga Noe, con la que compartía piso y habitación (aka. «Las Matas»). Noe es de mis más mejores amigas desde la uni, mi adorada Ciencias de la Info. Ella vivía en Londres desde hacía bastante más tiempo y había decidido marcharse. Como en toda buena despedida, su plan era hacer una fiesta con sus amigos en el patio de nuestra casa en Caledonian Road, que era bastante majo. Y entre los invitados estaba Daniele. Siempre recordamos cuando nos pusimos a hablar y le pedí que me acompañara a por hielos y limón. Ahí saltó la chispa, aunque no pasó nada.
Nuestra primera cita oficial fue en su casa, para cenar. Me estaba preparando unos macarrones con vodka y salmón, y yo le observaba cocinar mientras hablábamos de cualquier cosa. Y surgió el tema: las entrevistas de trabajo.
– Claro, es que cuando te preguntan lo típico de «¿cómo te ves en 10 años?», ¿tú que responderías? – Le pregunté, esperando algo tipo «dirigiendo un equipo», «liderando proyectos más grandes».
– Pues habiendo formado una familia. – Esa respuesta me descolocó. Aunque estábamos hablando de trabajo y entrevistas, al contestar a esa pregunta su mente saltó directamente al plano personal y lo puso en el centro.
– ¿…Y dentro de 5? – continué, a ver si reconducía la conversación.
– Pues… empezando a formar mi familia. – Yo ya sabía que Daniele me gustaba, pero ahí supe que era él. Esa respuesta terminó de confirmármelo. Que yo quería una persona al lado que pusiera en el centro lo importante, su familia. Aun en contextos laborales. Yo entonces no era su familia, nos habíamos conocido hacía apenas una semana, pero algo hizo click.
Obviamente hubo muchas otras cosas después que afianzaron mi decisión. Y esta semana, casi 10 años después, he vuelto a recordar ese momento. 5 años después de ese momento estábamos efectivamente empezando a formar nuestra familia con la llegada de Mariflor, y 10 años después está donde dijo que le gustaría estar.
Daniele, hoy día mi marido, hizo hace un par de semanas una entrevista para un ascenso en su trabajo. Un trabajo que le apasiona y en el que es realmente bueno. Estaba esperando ansioso el resultado de esa entrevista. Hablando del tema, le pregunté inocentemente:
– A ver, ¿qué sería lo primero que harías si te dieran el puesto?– como las típicas preguntas que se le hacen al aspirante a Presidente del Gobierno. ¡Claramente refiriéndome a lo que haría en el trabajo!
– Pues celebrarlo contigo -.
Sonreí. Daniele es así, y me lo lleva demostrando años. Lo primero somos nosotros. El resto va después, por mucho que le guste. Por eso fue capaz de mudarse de Londres y venir a Madrid, dejando atrás un nuevo puesto en Londres y teniendo que empezar de cero en Madrid . Por eso nunca echa horas de más si no hay alguna urgencia, y siempre tiene ganas de volver a casa y estar con nosotras. Por eso y por muchas cosas, sé que es él… y que sigue siendo él.
P.D. – Le han comunicado hoy que ha conseguido el puesto, y por supuesto, su mensaje ha sido «Te quiero, ¡hoy lo celebramos!«
P.D.2 – Me encanta escribir varias postdatas. El matrimonio es duro y tiene muchos altibajos, pero me gusta darle su protagonismo a los momentos buenos y recordar nuestra esencia. Daniele, si me lees (y espero que lo hagas y me des un laik), te quiero y estoy MUY orgullosa de ti 🧡

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